El paso del tiempo es un aliado letal, que favorece nuestras expectativas o las destruye, solo depende de nuestra percepción. Un grato recuerdo de los momentos difíciles puede ayudarnos a confiar en que todo saldrá bien, pues nadie muere de penas o resiliencia. Nuestro paso por el mundo nos pone en situaciones que son del tamaño de nuestra imaginación y de vez en cuando hacen sentido en que son una barbaridad. Aún así existen marcadores somáticos que necesitan ser trabajados en nuestra conciencia para lograr lo que nunca nos imaginamos. Dicen que la genética marca nuestra conducta, pero creo firmemente en los estudios que avalan que la epigenética influye mucho más. Esto se refiere al hecho de que el ambiente donde nos encontramos define en mayor parte nuestra conducta y la forma de ver las cosas. Nunca tendremos un punto de vista universal de todo, siempre estaremos limitados al poco conocimiento que hemos adquirido y las cosas que nos han sucedido en el tiempo. Sin embargo, podem
la vida es mas simple