Uno de mis pasatiempos, como ya podrán darse cuenta es escribir. Pero también he adquirido el gusto por la lectura, no solo de noticias, informes, blogs y tweets, sino también de novelas literarias. Las primeras novelas que leí y se han quedado en mi corazón fueron libros juveniles comprados en la librería Cuesta de Santiago. Mi padre siempre ha sido un ávido lector de todo, novelas, libros técnicos, biblia, revistas y ahora lecturas digitales también. Siempre me motivó a leer muchos de sus libros pero nunca quise, mientras fui adolescente. Escribía poemas, cartas y canciones, pero nunca quise tomar uno de esos grandes libros que él tenía y leerlo. Los encontraba aburridos. Incluso una vez ofreció pagarme si leía "Los Miserables" de Victor Hugo. Acepté la oferta, pero el libro terminó en el escritorio de mi habitación, olvidado por el tiempo. Cuando vi en un estante de la librería este libro con un sol en lo alto y un bosque iluminado por esa blanca luz, lleno de pen
la vida es mas simple