Pensar, un hecho que damos por sentado por la simple razón de que lo hacemos automáticamente, sin esfuerzos. Sin embargo existe un pensar que sí exige esfuerzo y tiempo, ese que la mayoría de nosotros muchas veces evitamos. No queremos tomar decisiones importantes en nuestra vida por miedo a pagar malas consecuencias. No queremos sentarnos a calcular nuestro presupuesto que incluye los gastos (que muchas veces superan los ingresos) por temor a saber que estamos haciendo un desastre con nuestro dinero-tiempo. En ocasiones evitamos meditar en nuestra vida, lo que estamos haciendo y como ha sido nuestro trato con los demás, por no recordar que hemos fallado, no recordar que no somos tan importantes como nos creemos y por eso pocas veces pedimos disculpas, pocas veces cambiamos de verdad. Sin embargo, pensar tiene sus beneficios, ¿Cuáles?
¿Has pensado alguna vez en lo bien que se siente escuchar una persona ayudarnos? Cuando alguien sincero nos da un consejo porque acudimos a esa persona y resulto ser algo provechoso. Bueno pues debemos tener cuidado aun así pues existen muchas variantes, muchas cosas que puede que ignoremos, pero la capacidad de pensar bien nos puede ayudar a tomar decisiones. Por ejemplo: Cuando alguien nos dice que lo correcto es leer antes de dormir, debemos tener presente que es una opción, no una verdad absoluta. Es una sugerencia muy buena, la cual le podemos sacar mucho provecho si podemos llevarla a cabo, pero quizás una persona decida escuchar música suave para relajarse antes de dormir y leer en otro momento del día, o quizás meditar en lo que ha hecho ese día y así relaja los músculos. Tener presente que un consejo bien intencionado no significa un mandato para que lo hagamos. ¿Por qué digo mandato?
Uso esa palabra pues este sistema moldea la mente de las masas, estamos acostumbrados a recibir órdenes inmediatas e inconscientemente hacemos cosas que se nos dice. ¡Cómpralo ahora! ¡No pierdas tiempo! (Como si el no hacer eso que nos dicen es perder el tiempo). Se nos inculca que para estar a la moda debemos comprar un estilo de temporada, por ese consumismo desechable la gente vive comprando pantalones Diesel para luego cambiarlos por otra moda. Compramos gafas gigantes para estar a la última y luego tenemos que cambiarlas por otras. ¿Es eso pensar? ¿O están pensando por ti? Date cuenta de todo lo que tienes y pregúntate si has pensado en usar una moda porque te gusta y te ves bien, punto. Que usas un celular porque te da la gana de tenerlo, no porque los demás piensen que estas actualizado. Eso es vivir no para los demás, sino pensar para ti mism@, saber tener gustos definidos y darte valor como persona.
Lo mismo aplica a los consejos que se nos dan, aunque sean con buenas intenciones debemos tener presente que por más bonito que suenen puede tener variantes. Por ejemplo en mis propios artículos sobre los errores que cometemos al enamorarnos tengo presente que lo que me haya funcionado a mi no necesariamente le funcione a otra persona. Es por eso que escribo ideas generales, cosas que dan espacio a las variantes de la vida. Y así mismo debemos tomar muchas otras cosas dependiendo de donde la leemos.
Generalmente queremos escuchar en la TV o leer en algún lugar ideas de otros para sentirnos bien, para saber qué hacer. Es más, muchas veces puede quisiéramos que otra persona inteligente hiciera muchas cosas por nosotros y tomara nuestras decisiones, así no cargamos con esa responsabilidad de habernos equivocado. Es por eso que me gusta leer consejos en los cuales tienes lugar para decisiones, tienes espacio para investigar de qué manera puede que te funcione mejor y cómo puedes aplicarlos. Se nos dan verdaderas razones por las que un proceder es correcto y nosotros mismos tomamos la decisión a conciencia, pues hemos pensado y nos hemos convencido de que es lo correcto.
Con esto en mente puedes asentir cuando estés leyendo algo interesante, pero mejor aun, puedes pensar si eso que lees tiene diferentes aplicaciones y variantes que te permiten hacerte una idea de lo que el escritor quiere decir, no de lo que él quiere que hagamos rotundamente. La capacidad de pensar por nosotros mismos el algo no tan común, pero en las personas que conocemos que si lo hacen podemos ver su convicción de que les gusta lo que hacen. Que no miran que es aquello que muchos amigos tienen o compran para ellos imitarlos. No viven de apariencias, en buen dominicano “bultos” queriendo demostrar una cultura o un estilo que no son, porque dentro de sí, lo que uno realmente es sale, y lo mejor de todo es que nos damos cuenta ;)
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