Cuando decides recordar lo bueno.

Una mirada en silencio, las palabras no salen porque es inevitable el rumor. Esta en tu presencia pero aun así esta ausente. Es como un recuerdo vivo en tu memoria que se disuelve en la triste mirada hacia debajo de su persona. Algún día volverá, algún día si decide. Porque en su interior conozco esa nobleza, ese corazón que tanto vivió y de repente cayo, mas no ha sido disuelto en pedazos, aun espero su regreso, algún día si decide.

Nuestra imagen personal es moldeada por nuestras acciones, una primera impresión y por la opinión de los demás. Generalmente los demás se forman una opinión de nosotros según lo que escuchan y otros según lo que ven, algunos pueden ver más allá de lo exterior y pueden discernir lo que en verdad hay detrás de un rostro o de una conducta. Es importante que cuidemos nuestra imagen personal, no importa si no estamos fallando en algún aspecto hay detalles que envuelven las conciencias ajenas. Generalmente me importa poco que piensen mal de mi si de todas maneras lo harán, cuando lo hacen por sencilla estupidez, así que me conformo con ser alguien normal que atiende a sus necesidades y básicamente plantea una vida simple ante todo el alboroto del mundo en general.

Claro esta, siempre cometemos errores y algunos de esos errores son algo difíciles de reparar, me refiero por ejemplo a cuando decimos algo que sin darnos cuenta ofende a una persona en un grupo y la personalidad de esa persona es del tipo “me ofendió a mi, no soporto ese pana”. Entonces ahí es cuando esa persona comenta quizás exagerando lo que hiciste (a propósito o no) y crea una imagen distorsionada de lo que eres en si. ¿El remedio? Discreción. Lo interesante de esto es que de todas las personas siempre podemos escuchar malos comentarios. No importa cuanto se esfuerce esa persona por ser alguien amable, por ayudar en lo que puede, siempre hay alguien que acostumbra a pisotear esa reputación. Mucho daño puede hacer y quizás otros con mentes débiles también adopten esa conducta, o empiezan a mirar diferente a esa persona, peor aun a decir cosas que no se han confirmado o que quizás no son ciertas.

Pero me centrare en las personas que no hacen eso, en personas que no importa lo que escuchen de alguien prefieren no empezar a creer en un rumor, en algo que no esta confirmado o algo que sencillamente no es amoroso. Claro, es mas fácil hablar mal, porque exige esfuerzo para ser una buena persona, lo que esta mal siempre es mas fácil, no hay que ser humilde, solo hay que ser ignorante y de poca mente, eso facilita derrochar palabras en rumores y soltar saliva venenosa. La mente esta hecha para ser algo maravilloso, pero con tanta imperfección lo estúpido nos sale sin darnos cuenta, pero aquellos que valoramos tener un punto de vista diferente al mundo en decadencia nos alegraremos de saber que aun los estúpidos pueden cambiar, solo tienen que poner de su parte.

El poder de ser nosotros mismos pase lo que pase es algo que nos dota de un valor creativo, un valor que nosotros mismos disfrutamos porque es valor humano y no se mide, solo se aprecia. El mirar a una persona con aprecio es algo que nos llena de alegría porque esa persona (todos en si) tenemos muchísimas cosas buenas, solo que lo feo siempre sale a brotar, pero con un lente de mas aumento nos daremos cuenta de que detrás de personas que otros maltratan o que están aisladas si hay muchas cosas buenas. Podemos buscarlas y hacérselas ver, porque el mundo quizás los ha pisado tanto que las han olvidado, nadie se las recuerda. Hagámonos fuente de animo para esas personas que nos rodean, ya veremos lo bien que se siente dejarles saber que son diestros en algo, o que son responsables, no decirles los fallos o el porque están en cierta situación, sino darles el animo que necesitan, así como nosotros también necesitamos mucho animo por mas fuertes que nos creamos.

Estuve en una cena con varios amigos y habían 3 japoneses, estábamos recibiendo una japonesa de 23 años (joven) y cuando estábamos en traducciones, ingles y español recuerdo que ella describía a cada uno de nosotros (los dominicanos) con buenas cosas, por ejemplo a uno le dijo “el se nota inteligente”, a otro le dijo “es listo y tiene bonito pelo”, a uno de ellos lo describió con “muy amable y hospitalario”. La verdad es que a veces perdemos el don de ver cosas buenas en los demás y olvidarnos de lo malo, lo feo o lo que no nos gusta. Pasar cosas sencillas por alto nos hace disfrutar de los momentos más a menudo y nos hace menos complicados. Generalmente el ser más sencillos incluye olvidarnos de nuestra opinión y permitirnos aprender de la de los demás.

Cuando escuchemos algo de alguien o creamos algo que hemos notado, pausemos el mal pensar y retrocedamos al momento cuando no teníamos nada en contra de esa persona. Si cometió un error e hizo algo que nos disgusta o nos afecta, podemos recordar aquellas cosas que nos hicieron apreciar esa persona. Recordemos que si todos los demás se enfadan con nosotros cada vez que cometemos un error nos quedaríamos sin amigos, solos en el mundo. Gracias a que nos han soportado tenemos amigos que nos sonríen aun tantas cosas que han pasado. Cuando alguien cae necesita una mano, alguien que valore lo que esa persona es en su interior, no los errores que esta cometiendo, alguien que le recuerde que es valioso y que aun tiene un corazón bueno, que quizás esta equivocado por el momento, pero aun así en lo mas profundo conserva la nobleza humana. Un amigo, un familiar… no se deben perder por errores cometidos, se debe recordar que muy dentro nosotros necesitamos que se nos recuerde por lo que hemos hecho, lo bueno, eso que llevamos dentro y nos hace ser apreciados por los demás. El mundo y el sistema disfrutan con resaltar los errores ajenos para poder billar en su persona, pero a final de cuentas si dejamos brillar nobleza en nuestro corazón el sol siempre volverá a salir pase lo que pase.