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De los comentarios negativos, nada bueno que tomar.

7:40 am... desde que pongo un pié en el suelo me percato del frío que está haciendo, por eso abrigado estoy, con café al lado y música clásica del maestro neerlandés André Rieu, bellas melodías para dar paz y aliento.

Quiero expresar algo que por tener un razonamiento y ser algo un poco más profundo no lo hago simplemente en Twitter o Facebook. Este blog es como un espacio de desahogo en ciertas cosas que considero, puedo dejarlas saber a mis amigos y lectores de todas partes. Tiene que ver con algo que a todos nos pasa, algo que puede tanto como derrumbarnos, ayudarnos a subir el autoestima aún más y valorarnos como personas, pase lo que pase.


He vivido momentos duros emocionalmente hace poco, he cometido errores de los cuales he confesado mi dolor y he hablado con personas que han podido ayudarme, no psicólogos o psiquiatras, personas que sé, me aman y preocupan por mi. Es por eso que me siento mejor, porque abiertamente expresé mis preocupaciones y mi conciencia está tranquila en ese sentido.


Sin embargo como es normal, siempre hay otros que derrumban, que comentan, que hacen que con sus palabras la vida sea "un poquito" más difícil de llevar. Digo difícil porque es normal querer personas, tenerles aprecio y escuchar algún comentario fuerte de ti especialmente de esa o esas personas. Personalmente no tengo problemas con nadie en especial. Alguien que pueda decir "me cae mal", o "no soporto esa persona", incluso no tengo alguien de quién pueda hablar mal con los otros. ¿Saben por qué? Primero porque amigos cercanos no tengo muchos, por lo que no puedo comentar algo que no sé, que no estoy seguro o simplemente chismear de algo porque sí de alguien con quien no pase mucho tiempo, no pierdo mi tiempo en eso. Hay cosas buenas que puedo ver en la gente. Segundo porque los amigos cercanos que sí tengo al final de cuentas resolvemos los problemas y diferencias hablando. Por más incómoda que sea la situación buscamos alguna manera de solucionarla. Tercero y último, porque con el tiempo me he dado cuenta de los errores que he cometido y eso me ayudó a aprender a darle oportunidades a otras personas, a no criticar o ver tanto sus problemas y errores, pues siempre he necesitado que me perdonen/tengan consideración/ayuden/dejen pasar a mí, necesito y necesitaré siempre eso mientras en esta vida imperfecta respire, así que esa oportunidad también se la doy a los demás.

Me ha bajado un poco el ánimo confieso por saber de personas humanas igual que yo, que han comentado cosas horribles, lo cual nunca me ha quitado el sueño, pero sí de algunas que les tenía más aprecio, me ha decepcionado. Por el hecho de que cometí algunos errores que marcaron MI VIDA, especialmente. Otras personas que han ganado consecuencias con SUS ERRORES lamentablemente han tenido su paga también, lo cual es natural si eso pasa. Sino hubiera sucedido nada, entonces significa que no habrían fallado, es justo. Pero no me interesa realmente estar buscando en qué falló o qué hizo fulanit@ de tal. Lo que sí me pregunto es qué tan alto pueden algunos escupir hacia arriba cuando comentan de los demás. O quizás lo hacen para sentirse más cómodos con los desastres de su vida. Como por ejemplo personas que sabiendo yo sus problemas (algunos) y sintiendo pena por que a sus allegados le ha sucedido cosas difíciles de llevar, han comentado feo de mi, siendo duros, incluso con otros más. Realmente duele que escuches cosas así. QUE FALTA DE EMPATIA!!

"Quien esté en pie cuídese de no caer". Esas personas que han hecho comentarios negativos, burlas o chismes simplemente derrumban y no dan el ánimo a otros para recuperarse. ¿Por qué lo digo? Por como me siento y como se siente cualquiera que se entera de comentarios así sobre su persona, es la prueba más grande de que son comentarios que NO edifican y no demuestran deseo de ayudar a alguien a recuperarse. Un amigo una vez dijo: "Quien te aprecia, simplemente desea verte de nuevo. No pienses en cosas que han dicho negativas. Concentrate en los que sí hablan con esperanza de ti y no ha salido de su boca alguna palabra podrida, pero tampoco los odies". Es la muestra de altura que pretendo tener y tendré. Pero me pregunto, cuando llegue ese momento en que esas personas me vean recuperado, en completo avance ¿me saludarán con una sonrisa hipócrita? ¿Me felicitarán? ¿Tendrán la moral de verme a los ojos sabiendo que cuando estaba nadando sin una mano de ayuda, cansado y hundiéndome en la pena, lo único que hicieron fue dar la espalda de la orilla donde voy e irse, no esperarme con ojos deseosos de que llegue? Es triste pero no puedo caer en lo mismo, sino que sin pensar mal de ellos, los sigo considerando humanos imperfectos.

En un desliz comencé a enumerar los errores que esas personas han cometido también y a preguntarme, si fallaran algún día (que TODOS estamos expuestos a eso) ¿esperan de los demás apoyo y ayuda emocional? Sé que en los momentos más difíciles es que se sabe quién es quién, por eso es bueno que haya sucedido. Ahora sé quienes son personas que valen la pena tener cerca, quienes simplemente no. Más fuerte si puedo decir que estoy siendo cada día, más ánimo poco a poco y así seguiré. El tiempo que tome son asuntos míos. No hay edad ni tiempo para cometer errores. Ancianitos, niños, hombres, mujeres e incluso personas en su lecho de muerte han fallado. Lo importante es su determinación a arreglar las cosas, algunos toman más tiempo que otros. Nadie sabe cómo reaccionará ante una situación hasta que la vive realmente, por más preparado mentalmente que esté. Es una muestra de estupidez MUY grande el proclamar errores ajenos o subir el pecho creyendo que no fallaremos. El humano es lo más pésimo cuando ha hecho eso.

Gracias a esos que han tirado las piedras y están de "pié", con sus comentarios me he dado cuenta de lo limpios que están. No les guardo ningún rencor, pues no se merecen de nadie maltrato, solo uno es justo y hará justicia... y de seguro los perdonó ya si se arrepienten de meter la pata. A los que sí me esperan, los que sí están en la orilla del río mirando de lejos mi avance, con ojos aguados y deseos de abrazarme y decirme que les hice falta, también los aprecio... mas de lo que se imaginan. He llorado, he sufrido y estoy levantándome poco a poco. Es más difícil, más de lo que nunca imaginé, pero prometo que pasará y todo pronto acabará. Mientras tanto ese ánimo que necesito me lo doy a solas, en la medida que puedo. Es lo único que me queda.

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